Transmutaciones del ser-en-el mundo

Ensayos de foto-performance

Salvador Batalla y Silvia Citro

"el espesor del cuerpo, lejos de rivalizar con el del mundo, es, por el contrario,

el único medio que tengo para ir hasta el corazón de las cosas,

convirtiéndome en mundo y convirtiéndolas a ellas en carne"

Merleau-Ponty (1970: 168)

Estos ensayos surgen del encuentro entre tres insistentes puls(ac)iones: la de una corporalidad, que busca con-fundirse con las materialidades afectantes de diversos territorios; la de un ojo-cámara, que ejerce un peculiar y creativo modo de ver y capturar ese devenirse carne con el mundo; y la de un lenguajear poético reflexivo, que no quiererenunciar a captar lo indecible de la materia.

Desde 1998, a partir de las etnografías con los pueblos originarios tobas-qom y moqoit del Chaco argentino, Citro ha indagado en la experiencia de entrelazamiento sensible cuerpo-mundo en las prácticas culturales de estos pueblos, así como en sus vínculos con la noción de ser-en-el-mundo y carne de Merleau-Ponty, entre otros recorridos filosóficos interculturales (los cuales fueron expuestos en su libro Cuerpos Significantes. Travesías de una etnografía dialéctica,Biblos, 2009). En 2015, la persistencia de esos saberes encarnados nos llevó a explorar creativamente estas experiencias cuerpo-mundo, generando obras en video, fotografías e instalaciones multimedialescon el Equipo de Antropología del Cuerpo y la Performance de la UBA. Así, el proyecto Transmutaciones adquirió un devenir rizomático: muta a partir de la articulación con diferentes artistas-investigadorxs, lenguajes estéticos y entornos.

Estas foto-performance parten de improvisaciones corporales que exploran los vínculos sensibles con las materialidades afectantes de bosques ribereños y marítimos de Buenos Aires. No hay aquí un cuerpo que busca imponer sus formas estéticas sobre la materia, sino una potencia corpórea que busca perder la forma y que sean las materialidades de los seres no humanos (árboles, hierbas, flores) y de los “restos” de lo humano (ruinas, escombros), las que texturen el cuerpo, en un intento de simbiosis mutuamente afectante, comunión plenaria de materialidades sensibles. Retomando a ClariceLispector, diríamos que es abrirse al “riesgo de perder la forma en lo indecible de la materia...”, para despertar así, aunque sea transitoriamente, las potencias e intensidades de aquel “cuerpo sin órganos” que evocaron Deleuze y Guattari, y generar torbellinos en fuga hacia otra inmanencia del desear… Por ello, estas experimentaciones performáticas son también breves irrupciones intersticiales en los persistentes disciplinamientos del saber-poder y del habitus que han organizado nuestros cuerpos como organismos, nos han subjetivado como sujetos, y nos han colonizado, imponiéndonos las rostridades y perspectivas de esa mirada antropocéntrica del cosmos, propia de la modernidad.

Y como la inmanencia de estas experiencias vivas, su fugacidad corpórea, también pulsa por ser trascendida y compartida, se articula con otra puls(ac)ión: la escópica… Estas performances son entonces “capturadas” por el ojo-cámara del fotógrafo que inmoviliza ese acontecimiento corporal-sensible, en imágenes en las que aún resuena el devenir temporal vital que las originó. Se construye entonces un acto creativo de a dos: un diálogo sensible en el que las posiciones intentan no estar fijadas, sino circular, nomadizar: por momentos el ojo-cámara sugiere formas, posturas, espacios a la corporalidad-materialidad texturada, y en otros, es esa corporalidad-materialidad la que sugiere puntos de vista y pliegues al ojo-cámara. No hay ya sólo un objeto-cuerpo, diseñado de antemano y puesto en escena para ser retratado; ni tampoco hay sólo un ojo-cámara todopoderoso, dispuesto a captar “el instante decisivo” y cuasi alquímico de esa conjunción fortuita de objetos en un recorte temporo-espacial del mundo; pero sí hay un poco de todo eso, en un ensamble liminal de posiciones porosas que se dejan atravesar e intercambiar.

Y en el devenir de este juego creativo, emerge una tercera puls(ac)ión: la del lenguajear. Advienen aquellas palabras que alguna vez leímos o escribimos y que, en una sincronicidad intuitiva, retornan y se fusionan con esas imágenes cuerpo-mundo. Tal vez, porque ya “no podemos renunciar al esfuerzo humano… del lenguaje” y quedarnos sólo en “lo indecible” de la materia (Lispector), creamos estas foto-performances parlantes, en las cuales intentamos comunicar las huellas, los indicios, las resonancias de esa experiencia indecible y cuasi mágica que es ser-carne-en-un mundo y transmutar…

Para conocer más sobre este trabajo, puede verse:

https://www.academia.edu/37861095/Citro_-_Desplazamientos_y_transmutaciones.pdf

Agradecemos a Elina Matoso, el acercamiento inicial a los textos de O. Girondo y R. Juarroz, y a Carina do Brito, el reacercamiento a este último autor en nuestro proceso creativo.