Escuela de jongo. Serrinha, Madureira, Rio de Janeiro, por Lucrecia Greco.
La escuela de jongo es un proyecto socio educativo creado por el Grupo Cultural Jongo da Serrinha, una ONG conformada por vecinos de Serrinha (Madureira, Rio de Janeiro) y diversos artistas ligados al jongo y a las artes populares. El objetivo del proyecto es fortalecer lazos comunitarios locales a través de la práctica de jongo (un género musical-dancístico local) y otras manifestaciones de cultura popular (capoeira, danza afro, teatro, narrativa oral africana, percusión). Jongo da Serrinha,
La escuela de jongo es un proyecto socio educativo creado por el Grupo Cultural Jongo da Serrinha, una ONG conformada por vecinos de Serrinha (Madureira, Rio de Janeiro) y diversos artistas ligados al jongo y a las artes populares. El objetivo del proyecto es fortalecer lazos comunitarios locales a través de la práctica de jongo (un género musical-dancístico local) y otras manifestaciones de cultura popular (capoeira, danza afro, teatro, narrativa oral africana, percusión). La escuela trabaja con los niños de la comunidad y funciona en turno mañana y tarde todos los días hábiles del ciclo lectivo. El proyecto se caracteriza por el estrecho compromiso con el espacio en que se inserta. Por un lado, los trabajadores de la escuela asumen en su trabajo cotidiano los desafíos de trabajar con situaciones problemáticas ligadas a la desigualdad social que atraviesan las historias de los niños. Por otro lado, la historia del grupo cultural se liga íntimamente a las historias de los jongueiros del barrio. Fue uno de ellos, el hoy desaparecido mestre Darcy, quien en los años 90 percibió que el jongo, practicado exclusivamente por los adultos, perdía presencia en la comunidad. Por eso Darcy comenzó a enseñar jongo a los niños de Serrinha, proceso que derivó en la actual escuela. En la actualidad los mayores referentes para los niños continúan siendo vecinos mayores ligados al jongo. En este momento la figura principal del jongo de Serrinha es Tia Maria, una vecina jongueira que mantiene abiertas las puertas de su casa para todas las actividades ligadas a la escuela. Trabajo con la escuela en el marco de mi investigación comparativa de doctorado, donde, a través de un espacio de Buenos Aires y el jongo de Rio de Janeiro, me propongo explorar el impacto que los proyectos sociales dedicados a danzas populares tienen en los espacios en que se insertan. Las fotografías fueron registradas en diversos espacios transitados por la Escuela de Jongo.
La primer fotografía fue tomada las instalaciones de la biblioteca de la escuela al pie del morro da Serinha, donde por algunas cuestiones coyunturales ligadas a la dinámica del barrio, se dictaron las clases de la escuela durante el año 2008 y 2009. En la foto Luiza, una de las docentes y principales impulsoras del proyecto, se dispone a hablar frente a las cámaras. La presencia de los medios de comunicación es habitual en la escuela. Las fotos de la “feria de las etnias” (dos, tres y cuatro) las tomé en ocasión de una presentación del grupo en ese evento, en una escuela del conurbano carioca . En ese tipo de salidas yo soy también una de las adultas responsables por los niños. Las fotografías quinta, sexta y séptima fueron tomadas en ocasión de la fiesta joanina para los niños en casa de Tia Maria. En la quinta y séptima foto se encuentra Tia Maria, acompañada otras mujeres que sostienen el proyecto cotidianamente: Sandra, la coordinadora pedagógica (quinta), y Vanda, quien sirve la merienda (séptima).