Título de investigación en curso: De familias, fuerzas y gurises. Hacerse madre joven en el interior rural de la provincia de Misiones.
Tesista de Licenciatura en Ciencias Antropológicas (UBA). Beca CIN 2021-2021 (finalizada)
Directora: Dra. María Luz Roa
Co-Directora: Dra. Lucrecia Greco
Resumen breve:
En el interior rural de la provincia de Misiones, la maternidad en jóvenes de sectores populares se da habitualmente a muy “temprana” edad (en muchos casos desde los 13 o 14 años). La presente investigación propone indagar los modos en que estas experiencias de maternaje componen las subjetividades de las jóvenes de las localidades de Montecarlo y Andresito, Misiones. A partir de un trabajo de campo etnográfico en ambas localidades durante el año 2020, me pregunto: ¿Cómo impacta el embarazo juvenil en las trayectorias familiares, escolares y laborales de las mujeres? ¿Qué las lleva, en sus propias lógicas, a ser madres? ¿Cómo se desarrollan los vínculos intersubjetivos con sus hijxs?
Para ello, resulta fundamental dar cuenta, en primer lugar, del contexto familiar, socioeconómico y territorial de estas jóvenes, el cual está atravesado por una alta vulnerabilidad socioeconómica y situaciones de violencia estructural y de género. A su vez, es significativo comprender sus trayectorias laborales y escolares para evaluar las formas en que éstas se ven transformadas por los maternajes juveniles. Sostengo como hipótesis que la experiencia materna de estas jóvenes rurales resulta un momento bisagra en su ciclo de vida, que puede implicar un incremento en la vulnerabilidad y la exclusión social de las jóvenes.
Sin embargo, considerando la interpretación que hacen las jóvenes de sus experiencias, apunto cómo varias de ellas destacan la “fuerza” que les otorga maternar. Teniendo en cuenta también las observaciones-participantes realizadas, concluyo que las interacciones y prácticas de cuidado entre las madres y sus hijxs podrían habilitar nuevos modos culturalmente elaborados de prestar atención a y con su propio cuerpo que permitirían sostener emocional y materialmente tanto a las jóvenes como a sus familias, aún en contextos de extrema vulnerabilidad. A su vez, esta “fuerza” podría estar vinculada a los vínculos de solidaridad que se tejen entre mujeres, los cuales funcionan como red de apoyo y pertenencia de las jóvenes.