Mi objetivo es demostrar de qué forma distintos elementos propios y ajenos a Mailín, disponen y controlan los espacios sagrados de culto al santo. La comprensión de la dinámica social que genera la fiesta, no puede reconocerse sin la aceptación de espacios legitimados por el campo religioso y político y la manera en que estos se relacionan. Considerando esto, las estrategias de los actores que conforman el pueblo y la fiesta, son relevantes para comprender los mecanismos que la regulan y le confieren su impronta particular. A su vez, dentro del contexto hostil de la provincia, Mailín como Huachana posibilitan espacios de construcción identitaria que generan, en distinto modo, una conciencia religiosa y nacional. La fiesta parece recrear rituales perdidos y resacralizar los lugares de culto, en un proceso de ajuste a la nueva realidad global, dentro del cual Mailín representa la historia de un pueblo cuya sede religiosa quiere decirnos más acerca de los fenómenos socioreligiosos y los proyectos y prácticas de los sujetos.